La fiesta del cumpleaños 20 de Teatro de Las Estaciones fue ayer. Me parece estar viviendo todavía la celebración entre colegas, amigos y familiares. La Sala Pepe Camejo, sede de nuestra agrupación, se volvió pequeñísima ante la presencia de tantos colaboradores y seguidores de esta ilusión, nacida un 12 de agosto, de 1994.
Las 4 en punto de la tarde fue la hora señalada. Todos, o casi todos – algunos de nuestros más allegados estuvieron ausentes por vacaciones, trabajo, misiones o residencia actual en el extranjero- estaban allí y fueron recibidos por los actores estacioneros, vestidos con sus personajes preferidos, Fara Madrigal era el Hada Azul, de Pinocho corazón madera, Migdalia Seguí fue Lady Milady The Fox, de la misma obra, María Laura estaba de guayabera verde caleriana, como recién salida de Una niña con alas, y Karen, la fémina más joven de nuestro grupo, de Alicia, la eterna niña que busca al conejo blanco. Los varones igual, Freddy Maragotto, de regreso a su casa, se puso el traje de el Payaso triste, de En un retablo viejo, Iván García de Don Bigote Capirote, el dueño del Circo de nubes del montaje Canción para estar contigo, el benjamín masculino Luisito Toledo, se volvió el Señor Primavera, de El patico feo, y yo una vez más me enfunde el traje de marinero, que he sudado más de 100 oportunidades, interpretando el unipersonal La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón.